Todo el mérito de esta banda es de los jóvenes que la componen, sus familias, sus maestros y de la gente que creyó en ellos. Pero definitivamente, verlos tocar en Disneylandia nos debe de llenar de orgullo a todos los salvadoreños. Me siento contento de haber contribuido con lo que solicitaron al Gobierno: 230 boletos de avión, ida y vuelta, para que puedan representar a nuestro país de la forma tan increíble que lo están haciendo. Sigan así muchachos. Todos los salvadoreños que amamos nuestra tierra estamos orgullosos de ustedes.